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sábado, 16 de abril de 2011


Aprendí a correr una mañana
antes de aprender a caminar,

un teniente entró por la ventana
y a todos nos dio por escapar.
Brasil fue campeón en el setenta,
y en la radio, Paul decía "Hey Jude",
el gol de Pelé en cámara lenta
y el cigarro entraba en el menú.

Vi tantas lunas
que hoy ya no sé si soy o fui,
tantas vacunas
para lograr sobrevivir.


Le pongo "play" a mi cerebro,
para ver lo que un día fui.


Vida,
¿por qué se acabará la vida?
Te ves jugando a la escondida
y al voltear preguntas:
vida,
¿por qué caducará la vida?
Aprendes a decir "¿qué tal?"
y despedida, y dices:
vida,

¿por qué se acabará la vida?
Te ves jugando a la escondida
y al voltear preguntas:
vida,
¿por qué caducará la vida?
Aprendes a decir "¿qué tal?"
y despedida, y gritas:
Vida.

Recibí el dos mil con pirotecnia,
ya no rento ni padezco soledad,
desde el parto ya comparto la epidemia
de este síndrome de la caducidad.

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